sábado, 1 de diciembre de 2007

LA MÁSCARA


Rafael explicaba que como había nacido en Sevilla, era rociero, cofrade, sibarita, amante del toreo y de la copla, dicharachero y buen bailador de sevillanas. Rafael también decía que como su padre era médico, él había estudiado medicina, que como su abuelo era militar, él era de derechas, que como su madre era muy católica, él iba a misa todos los domingos y fiestas de guardar y que como todo el mundo trabajaba doce horas diarias para ganar más dinero, él no iba a ser menos.
A los setenta y seis años, cuando murió, no fue su espíritu el que salió de su cuerpo, sino una máscara.

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