domingo, 4 de mayo de 2008

LAS SOMBRAS


A veces pienso
en los trenes que dejé pasar,
en los poemas que no escribí,
en los cuadros que no pinté,
en el cuerpo que no amé,
en los proyectos que no pude acabar,
en los secretos que no descubrí,
en las palabras que me callé,
en los caminos que no recorrí,
en aquello que no volverá,
en las preguntas que no respondí...
Y podría tirar todo esto a la basura de mi cerebro,
como hago con casi todo lo material que no me sirve,
pero les he buscado un huequecito en mi cabeza,
y allí los he guardado.
A veces, me gusta visitarlos
para recordar lo que un día me enseñaron.
Porque gracias a renunciar o perder
-más o menos dolorosamente-
todo lo frustado,

puedo ahora disfrutar de los trenes que sí pude coger
y agarrar al vuelo las oportunidades.

A veces se me aparecen en sueños.
Pero forman parte de las sombras de la vida,
con las que hay que acostumbrarse a vivir.

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